Procrastinación

La procrastinación se refiere al acto de posponer o aplazar tareas y responsabilidades importantes, sustituyéndolas por actividades menos prioritarias o evitando hacerlas por completo. Es una tendencia a retrasar la acción, a pesar de ser consciente de las consecuencias negativas que puede tener.

Qué es la procrastinación

Supongamos que debes realizar una tarea importante y específica que te permitirá avanzar:

 

  • ¿Encuentras constantemente excusas para evitar comenzar o la aplazas repetidamente?

 

  • ¿Te encuentras fácilmente distraído por otras actividades como revisar el teléfono, navegar por Internet o hacer tareas menos importantes en lugar de centrarte en ello?

 

  • ¿Posponerla te genera sentimientos de culpa o ansiedad?

 

  • ¿Notas que no estás avanzando en tus metas o que no estás logrando los resultados deseados debido a esa postergación constante?

 

  • ¿Te justificas ante ti mismo y los demás sobre por qué no la has comenzado o completado?

 

  • ¿Sólo comienzas a trabajar en algo cuando el tiempo se está agotando y sientes una presión extrema?

 

  • ¿Careces de motivación o interés por esta tarea, y eso te lleva a posponerla constantemente?

 

La procrastinación puede manifestarse de diferentes formas. Algunas personas posponen las tareas hasta el último momento, lo cual genera estrés y una baja calidad en el trabajo realizado. Otras logran evitar completamente las tareas que consideran desagradables o abrumadoras, lo que las lleva a una acumulación de trabajo con problemas adicionales.

Esta conducta puede tener efectos negativos en diferentes áreas de la vida como el rendimiento académico, el desempeño laboral, las relaciones personales y la salud mental; generando estrés, ansiedad, sentimientos de culpa y disminución de la satisfacción personal.

Causas de la procrastinación

A continuación se mencionan algunas de las razones comunes que pueden contribuir a esta conducta:

Miedo al fracaso

El temor a no cumplir con las expectativas o a cometer errores puede llevar a posponer una tarea para evitar enfrentarse a la posibilidad de fallar.

Perfeccionismo

El deseo de hacer las cosas de manera perfecta puede dar como resultado una sensación de abrumación, lo cual deriva en posponer la tarea hasta sentirse seguro/a de poder hacerlo de manera impecable.

Falta de motivación

Cuando no se tiene un interés genuino o una conexión emocional con la tarea, es más probable que se posponga. Esto puede deberse a varios factores como la monotonía, la falta de recompensa inmediata o la falta de comprensión de la importancia de la tarea.

Falta de claridad o estructura

Si la tarea es vaga o no se tiene una idea clara de cómo abordarla, puede resultar difícil comenzar. La falta de un plan de acción definido puede contribuir a la procrastinación.

Sobrecarga de tareas

Al tener una carga excesiva de trabajo o múltiples responsabilidades, solemos sentirnos abrumados. Entonces, se posponen algunas tareas en favor de otras más inmediatas o menos desafiantes.

Búsqueda de gratificación inmediata

La preferencia por actividades placenteras o entretenidas a corto plazo conduce a postergar tareas que requieren esfuerzo o son menos gratificantes al instante.

Falta de habilidades de gestión del tiempo

La incapacidad para manejar eficazmente el tiempo, sabiendo establecer prioridades, da paso a la procrastinación. La falta de un plan de acción y la tendencia a dejar que el tiempo se escape sin un propósito claro, contribuyen al aplazamiento de las tareas.

Baja tolerancia al estrés

Algunas personas tienen dificultades para lidiar con el estrés y la presión asociados con las tareas importantes; esto las lleva a la procrastinación como una forma de evitar enfrentar esas emociones desafiantes.

Las causas pueden variar de una persona a otra y pueden estar influenciadas por factores individuales y circunstancias específicas.

Dejar de procrastinar

Dejar de procrastinar puede ser un desafío; sin embargo, existen varias estrategias que puedes utilizar para abandonar esta conducta y aumentar tu productividad. Aquí hay algunos consejos que podrían ayudarte:

1) Identifica las causas subyacentes

Reflexiona sobre las razones detrás de tu procrastinación. Puede ser el miedo al fracaso, la falta de motivación, la falta de claridad sobre las tareas, la sobrecarga de trabajo, entre otras razones. Comprender las causas te ayudará a abordarlas de manera efectiva.

2) Establece metas claras

Define metas específicas y realistas para tus tareas. Desglosarlas en pasos más pequeños y alcanzables puede hacer que parezcan menos abrumadoras, por ende, más fáciles de abordar.

3) Crea un plan de acción

Desarrolla un plan detallado que te indique cómo abordar cada tarea. Establece plazos realistas y asigna tiempo para cada paso. Tener un plan claro te ayudará a mantener el enfoque, evitando la vaguedad que puede llevarte a procrastinar.

4) Utiliza técnicas de gestión del tiempo

Emplea técnicas como la Técnica Pomodoro, donde trabajas en bloques de tiempo concentrados, seguidos de breves descansos. Dividir tu trabajo en intervalos puede ayudar a mantener la concentración y evitar la procrastinación.

5) Elimina las distracciones

Identifica con qué te distraes y elimina esos estímulos que te alejen de tus tareas. Apaga las notificaciones del teléfono, cierra las pestañas innecesarias en el navegador y crea un entorno de trabajo libre de distracciones.

6) Utiliza herramientas de organización

Utiliza herramientas como listas de tareas, agendas o aplicaciones de productividad para organizar tu trabajo y hacer un seguimiento de tus responsabilidades. Esto te ayudará a tener una visión clara de lo que necesitas hacer, priorizando tareas importantes.

7) Practica la autorreflexión y el autocuidado

Aprende a reconocer tus patrones de procrastinación y las señales de que estás evitando una tarea. Cultiva hábitos de autocuidado, como dormir lo suficiente, hacer ejercicio y reducir el estrés, ya que esto puede aumentar tu motivación y enfoque.

Recuerda que superar la procrastinación lleva tiempo y esfuerzo. Sé amable contigo mismo y ten paciencia mientras desarrollas nuevos hábitos y rutinas. El acompañamiento de un psicólogo, terapeuta o coach especializado puede ser de gran ayuda para la identificación de las causas subyacentes y el desarrollo de estrategias personalizadas para la superación.