Amor propio y Autoestima

Cuando hablamos de autoestima nos estamos refiriendo a una condición subjetiva de valoración propia; es un concepto relacionado con la forma de valorarnos y percibirnos a nosotros mismos desde nuestras habilidades y características, hasta nuestras capacidades. La autoestima afecta la forma en que nos vinculamos con otros, en nuestros sentimientos y el modo en que vemos el mundo.  

Una persona que tiene una autoestima alta o saludable es capaz de ver sus propias fortalezas, valorar sus logros y cualidades positivas. Al mismo tiempo, también tiene la capacidad de ver aquellas imperfecciones o características negativas que todos tenemos, y aceptarlas, trabajar en ellas para mejorar como persona. La base de una autoestima saludable es el respeto propio, la confianza en uno mismo y la aceptación de uno mismo como ser humano único y valioso.

De esta noción de autoestima se desprende “el amor propio”, también llamado auto amor o autocompasión. Es una práctica que implica adoptar una actitud de respeto, cuidado y compasión hacia uno mismo. Practicar el amor propio implica un proceso de trabajo sobre el reconocimiento de nuestro valor y dignidad como individuo; reflexionar sobre nuestras necesidades físicas, mentales y emocionales; adquirir la capacidad de establecer límites claros en nuestros vínculos y en la forma en que nos miramos a nosotros mismos. Es, principalmente, alimentar y crear una relación positiva y compasiva con uno mismo, tratarnos con el amor y cuidado con el que se trata a un ser querido.

Señales de Autoestima alta

Algunas de las señales de autoestima alta más claras e identificables son:

Autoaceptación

Aceptar tanto las fortalezas como las debilidades, sin caer en el juicio constante, y reforzando una mirada de compasión sobre nosotros mismos.

Autoconfianza

Es la capacidad de confiar en nuestras propias capacidades, habilidades y decisiones para alcanzar nuestras metas y enfrentar los desafíos que se nos presentan.

Autonomía

Tener la capacidad de tomar decisiones independientemente de la aprobación u opinión de otros; teniendo en cuenta los propios valores y deseos.

Autovaloración

Es la capacidad de tener una visión equilibrada y realista de uno mismo, reconociendo y valorando los logros, éxitos y cualidades positivas, sin caer en la arrogancia o en la crítica autodestructiva.

Resiliencia

Es el ejercicio constante de enfrentarse a los desafíos que se nos presentan para superarlos de manera constructiva. Una actitud resiliente (link) implica enfocarse en aprender de nuestros errores, y que estos no nos afecten de manera negativa en la autoestima.

 

Es importante recordar que la autoestima no es una condición constante y estática en la vida del individuo, sino que se puede ver influenciada por el contexto, las interacciones sociales, los mensajes culturales y las experiencias vividas.

Cómo trabajar la Autoestima

Para cultivar la autoestima es necesario un trabajo de reflexión e introspección que implique desarrollar una mentalidad positiva y trabajar en el amor propio y la confianza en uno mismo. Algunos pasos a seguir para cultivar una autoestima saludable son:

1) Tomarse el tiempo para conocerse a uno mismo

Es muy importante identificar cuáles son nuestras fortalezas y cuáles son nuestras debilidades. Una vez identificadas es necesario no juzgarte, ni ser demasiado crítico contigo mismo. La clave es aceptarte y valorarte por como eres.

2) Comenzar a prestar atención a los pensamientos negativos

Para desafiarlos y lograr cambiarlos, es decir, poder ser capaz de pararte analíticamente frente a estos pensamientos negativos y buscarles una solución positiva y realista. Buscar el lado positivo a las situaciones.

3) Dedica tiempo a cuidar de ti mismo

Establecer una rutina, hacer ejercicio, buscar actividades que disfrutes, comer equilibradamente y descansar de manera adecuada te darán más energía y ayudarán a subir tu autoestima.

4) Establecer metas realistas y alcanzables

Mediante un plan de acción gradual que te permita disfrutar el proceso puede ser otra forma de aumentar tu autoestima, ya que el logro de metas te brinda una sensación de satisfacción y fortalece tu autoconfianza. Lo más conveniente es poner pequeñas metas a superar y celebrar cada pequeña victoria, hasta llegar al objetivo final.

5) Afronta los desafíos y fracasos como oportunidades de aprendizaje

Entender y aceptar que fracasar (link) es posible y no tiene nada de malo, que no te define y que puede ser una gran oportunidad para reflexionar sobre cómo proceder y cómo mejorar o solucionar los conflictos te ayudará a crecer como ser humano.

6) Aprende a aceptarte y amarte incondicionalmente

Nadie es perfecto, entender que tienes debilidades y fortalezas como cualquier otra persona y amarte con ellas incluidas. Es importante trabajar en una mirada amorosa y de compasión para ti mismo, del mismo modo en que se la ofreces a un amigo.

7) Rodéate de personas que te apoyen y te animen

Es importante aprender a diferenciar, y de ser necesario, alejarse de aquellas personas que te hacen sentir mal o que te critican constantemente. Una clave del aumento de autoestima es la construcción de relaciones saludables que te ayuden a crecer y te apoyen en momentos de dificultad, sin juzgarte.

 

En resumen, cultivar la autoestima es un trabajo de introspección y reflexión sobre uno mismo, que implica desarrollar una actitud positiva hacia uno mismo, trabajar en el autocuidado emocional, establecer metas realistas, rodearse de relaciones y entornos positivos, y desafiar los patrones de pensamiento negativos.

Si te está resultando difícil aumentar tu autoestima, o si sientes que no eres capaz de nada, considera buscar ayuda profesional para cuidar tu salud mental con psicólogos, terapeutas o coaches (link) que puedan ayudarte a cultivar una autoimagen más positiva.